Cuando un tratamiento de fecundación in vitro (FIV) no resulta, el impacto va mucho más allá de una mala noticia médica. Para muchas personas y parejas, ese resultado toca expectativas profundas, proyectos vitales y aspectos muy sensibles de la identidad. El proceso no se vive solo en el cuerpo, sino también en el mundo emocional, donde la esperanza, el esfuerzo y la vulnerabilidad quedan especialmente expuestos.

La FIV suele ir acompañada de una intensa carga emocional desde el inicio. Cada fase del tratamiento activa ilusión, miedo y una expectativa sostenida en el tiempo. Cuando el resultado no es el esperado, aparece una ruptura brusca entre lo que se imaginaba y lo que ocurre en la realidad. Esta discrepancia puede generar una sensación de vacío, incredulidad o bloqueo emocional, como si el cuerpo y la mente necesitaran tiempo para asimilar lo sucedido.

Uno de los sentimientos más frecuentes es el duelo. Aunque no siempre se reconozca como tal, el fallo de la FIV implica la pérdida de un proyecto, de una imagen futura y, en muchos casos, de embriones cargados de significado. Este duelo es complejo porque no siempre cuenta con rituales sociales de validación. El entorno puede minimizarlo con frases bienintencionadas que, sin embargo, invisibilizan el dolor y dificultan su elaboración.

También suele aparecer la culpa. Muchas personas buscan explicaciones internas: “mi cuerpo no responde”, “no hice suficiente”, “algo falla en mí”. Esta tendencia a personalizar el resultado ignora que la FIV es un proceso con múltiples variables y márgenes de incertidumbre. Sin embargo, emocionalmente, la vivencia puede erosionar la autoestima y la confianza en el propio cuerpo, generando una sensación de traición corporal.

Cuando el proceso se vive en pareja, el impacto no siempre es simétrico. Cada miembro puede elaborar la experiencia de forma distinta, con tiempos y necesidades emocionales propias. Esto puede generar desajustes en la comunicación, silencios protectores o malentendidos que aumentan la sensación de soledad compartida. A veces, el intento de “ser fuerte” para el otro impide expresar el propio dolor y recibir apoyo genuino.

Otro aspecto relevante es el agotamiento emocional. Los tratamientos de reproducción asistida suelen implicar meses o años de intentos, pruebas y esperas. Cuando un ciclo no resulta, el cansancio acumulado puede hacerse evidente, junto con la duda de si continuar, parar o replantear el camino. Esta ambivalencia es normal y no implica rendirse, sino escuchar los propios límites psicológicos.

El entorno social también puede convertirse en un espejo doloroso. Embarazos cercanos, anuncios inesperados o preguntas aparentemente inocentes pueden activar comparaciones y una sensación de aislamiento. En estos momentos, es habitual experimentar envidia, tristeza o rabia, emociones que a menudo generan vergüenza pero que forman parte de una reacción humana ante la pérdida y la frustración.

El acompañamiento psicológico en este contexto no busca “quitar el dolor”, sino darle un espacio. Validar lo que se siente, poner palabras a lo vivido y ayudar a integrar la experiencia permite que el proceso no quede encapsulado como una herida abierta. Además, facilita tomar decisiones futuras desde un lugar más consciente, ya sea intentar de nuevo, explorar otras opciones o redefinir el proyecto vital.

Cuando la FIV no resulta, no fracasa la persona ni su deseo. Fracasa un intento dentro de un proceso complejo e incierto. Poder diferenciar ambos planos es fundamental para proteger la identidad y el bienestar emocional. Elaborar esta experiencia implica tiempo, cuidado y, sobre todo, permiso para sentir. Porque incluso en la incertidumbre, la manera en que se acompaña el dolor puede marcar una diferencia profunda en el camino que sigue.

En la Consulta de Psicología General Sanitaria Ana García Rey realizamos terapia individualizada y de alto nivel, proporcionándote apoyo de calidad y técnicas eficaces.

Llámanos o manda un WhatsApp al teléfono: 644191359.

O, si lo prefieres, envía un email a: anagarciarey.psicologa@gmail.com.

Estamos entre los mejores psicólogos de A Coruña y online, con los mejores precios.

Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.