La desrealización es una experiencia psicológica que se caracteriza por la sensación de que el mundo que nos rodea es irreal, distante o extraño. Las personas que experimentan desrealización sienten que su entorno se distorsiona, como si fuera una película, un sueño o algo ajeno a ellos mismos. A pesar de que la desrealización es un fenómeno relativamente común y puede ser temporal, cuando se convierte en un trastorno recurrente o crónico, puede afectar profundamente la calidad de vida y el bienestar emocional de quien lo padece.
Características de la desrealización
La desrealización puede presentarse de diferentes formas y con diversos grados de intensidad, pero algunas de las características más comunes son:
- Percepción distorsionada del entorno: Las personas con desrealización sienten que su entorno se vuelve «extraño» o «irreal». Pueden experimentar la sensación de que las personas o los objetos a su alrededor son diferentes, borrosos o distantes.
- Sentimiento de estar en un sueño: La desrealización genera la impresión de estar viviendo en un sueño o de ser un espectador en lugar de un participante activo en la propia vida. El mundo parece no tener sustancia o no ser tan tangible como antes.
- Desconexión emocional: A menudo, quienes experimentan desrealización sienten que están desconectados emocionalmente del entorno. Las situaciones, las personas y los eventos parecen carecer de significado o de valor emocional.
- Confusión y ansiedad: La sensación de irrealidad suele ir acompañada de confusión y ansiedad, ya que el individuo no comprende por qué su percepción del mundo está alterada. Esto puede generar temor y angustia.
Causas de la desrealización
La desrealización puede ser desencadenada por diversos factores, entre los que se incluyen:
- Estrés y ansiedad: Uno de los principales desencadenantes de la desrealización es el estrés extremo o los trastornos de ansiedad. Las situaciones que generan una sobrecarga emocional, como un conflicto importante o la acumulación de tensiones cotidianas, pueden llevar a que la mente «se desconecte» de la realidad para protegerse de la angustia.
- Trauma y experiencias pasadas: El trauma, especialmente el abuso o situaciones de violencia, puede dar lugar a una sensación de desrealización como una forma de proteger a la persona del dolor emocional asociado a esos recuerdos.
- Fatiga y agotamiento: La falta de sueño, el agotamiento extremo o el estrés prolongado pueden alterar el equilibrio cognitivo y emocional, lo que puede hacer que la persona experimente sensaciones de irrealidad.
- Trastornos de salud mental: La desrealización puede estar asociada con trastornos psicológicos como el trastorno de ansiedad generalizada, el trastorno de pánico, la depresión mayor, y los trastornos disociativos. En muchos casos, la desrealización es un síntoma de un trastorno más amplio que requiere tratamiento.
- Consumo de sustancias: El uso de drogas alucinógenas o el abuso de sustancias, como el alcohol o las drogas recreativas, también puede inducir episodios de desrealización, ya que alteran la percepción de la realidad.
Impacto de la desrealización
Aunque la desrealización en sí misma no suele ser peligrosa, puede tener un impacto considerable en la vida diaria de quienes la experimentan. Algunas de las consecuencias más comunes incluyen:
- Confusión y ansiedad: La desrealización puede causar una gran confusión y generar miedo, ya que la persona se siente desconectada de la realidad y no comprende lo que está sucediendo. Esto puede llevar a un aumento de la ansiedad y, en algunos casos, a ataques de pánico.
- Aislamiento social: La sensación de irrealidad puede dificultar la conexión emocional con los demás. Las personas que experimentan desrealización a menudo sienten que están separadas del mundo que las rodea, lo que puede conducir a un aislamiento social y emocional.
- Dificultades en el trabajo o en la vida cotidiana: La desconexión de la realidad puede interferir con las actividades diarias, como el trabajo, los estudios o las relaciones personales. Las personas pueden sentirse incapaces de concentrarse o de participar plenamente en su vida cotidiana.
- Desesperanza y frustración: La persistencia de la desrealización puede generar una sensación de desesperanza y frustración, ya que las personas pueden sentir que no pueden escapar de la sensación de irrealidad, lo que agrava su malestar emocional.
Cómo superar la desrealización
Afortunadamente, existen enfoques efectivos para superar la desrealización. El proceso de sanación implica un enfoque multidimensional que puede incluir estrategias psicológicas, técnicas de autorregulación y un cambio en el estilo de vida. Aquí se presentan algunas de las claves para superar la desrealización:
- Reconocimiento y aceptación: El primer paso para superar la desrealización es reconocer que es un fenómeno psicológico que, aunque aterrador, no es peligroso ni permanente. La aceptación de la experiencia como un síntoma transitorio de estrés o ansiedad puede ayudar a reducir el miedo y la confusión.
- Terapia psicológica: La terapia cognitivo-conductual (TCC) es una de las intervenciones más efectivas para tratar la desrealización, ya que ayuda a la persona a identificar y modificar los pensamientos y creencias que perpetúan la sensación de irrealidad, además de ser útil para aquellos que han experimentado eventos traumáticos.
- Mindfulness y grounding: Las técnicas de mindfulness, que fomentan la atención plena en el momento presente, son extremadamente útiles para combatir la desrealización. La práctica de mindfulness ayuda a reconectar a la persona con su cuerpo y su entorno, reduciendo la sensación de irrealidad. Además, las técnicas de grounding (anclaje) como tocar objetos, respirar profundamente o enfocarse en los sentidos (ver, oír, tocar) son herramientas efectivas para restaurar la sensación de realidad.
- Reducción del estrés y la ansiedad: La desrealización suele estar vinculada a altos niveles de ansiedad y estrés. Por lo tanto, es fundamental incorporar prácticas que ayuden a reducir estos niveles, como la meditación, la relajación muscular progresiva, el ejercicio físico y la respiración profunda.
- Establecer una rutina saludable: Mantener una rutina diaria regular que incluya hábitos de autocuidado, como una alimentación equilibrada, ejercicio físico, tiempo para descansar y dormir lo suficiente, es crucial para restaurar el equilibrio emocional y reducir la frecuencia de los episodios de desrealización.
- Apoyo social y emocional: Hablar con amigos, familiares o un psicólogo acerca de lo que se está experimentando puede ser un alivio importante. El apoyo emocional de personas cercanas puede brindar una sensación de seguridad y comprensión, lo que ayuda a reducir el aislamiento y la angustia.
- Evitar sustancias: Es importante evitar el consumo de sustancias que puedan alterar la percepción, como drogas recreativas o alcohol, ya que estas pueden agravar o desencadenar episodios de desrealización.
Conclusión
La desrealización puede ser una experiencia desconcertante y angustiante, pero con el enfoque adecuado, es posible superarla. Reconocer la desrealización como una respuesta temporal a factores de estrés, buscar apoyo terapéutico, practicar técnicas de mindfulness y grounding, y gestionar el estrés son pasos esenciales para recuperar una sensación de conexión con la realidad. Con paciencia, autocompasión y un compromiso con el proceso de sanación, las personas pueden superar la desrealización y llevar una vida más plena y conectada con su entorno.
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