La música ha sido una compañera constante del ser humano a lo largo de la historia. Desde los primitivos cantos tribales hasta las complejas sinfonías de la música clásica, la música ha desempeñado un papel crucial en la vida de las personas, más allá de ser un simple entretenimiento.
Actualmente, gracias a las tecnologías de neuroimagen funcional, es posible observar la correlación en tiempo real entre los estímulos musicales y el impacto que tienen en la respuesta emocional en el cerebro, lo que ha facilitado el avance en el campo de la Psicología de la Música y el conocimiento de los beneficios de la música en la salud mental.
Numerosos estudios psicológicos han revelado una serie de beneficios que la música aporta a nuestra salud mental y bienestar emocional. Veamos algunos:
- Reducción del estrés y la ansiedad
La música tiene la capacidad de reducir el estrés y la ansiedad. Se ha comprobado que escuchar música relajante puede disminuir los niveles de cortisol, la hormona del estrés, en el cuerpo. Además, la música tiene el poder de distraer nuestra mente de los pensamientos negativos y preocupaciones, lo que nos ayuda a relajarnos y sentirnos más tranquilos. Según un estudio realizado por Thoma y otros (2013), la música con un tempo lento y armonías suaves puede inducir un estado de relajación y calma, lo que lleva a una reducción significativa de los niveles de ansiedad. Otro estudio piloto reciente en España realizado por Casellas y colaboradores (2021) sugiere mejoras en la relajación y en las respuestas emocionales negativas en pacientes oncológicos. Por último, los estudios del investigador Eduardo Bilbao Ramírez y los del profesor de Psicología de la Música en la Universidad Autónoma de Madrid, Antonio Rodríguez Moreno, han explorado también los efectos de la música en la salud mental y el bienestar emocional, así como su aplicación en el tratamiento de trastornos psicológicos como la ansiedad y la depresión, obteniendo resultados terapéuticos favorables de la música en el campo de la salud mental.
- Mejora del estado de ánimo
La música también puede tener un impacto positivo en nuestro estado de ánimo y en los síntomas depresivos. Escuchar canciones que nos gustan activa el sistema de recompensa del cerebro, liberando neurotransmisores como la dopamina y la serotonina, que nos hacen sentir felices. Esto explica también por qué tendemos a asociar ciertas canciones con momentos alegres de nuestras vidas. En esta línea, un estudio llevado a cabo por Zatorre y otros (2013) demostró que la música que nos gusta activa áreas del cerebro relacionadas con el placer y la recompensa, lo que lleva a una mejora significativa en el estado de ánimo. Y en el trabajo de Lacárcel (2003), reconocida investigadora en el campo de la Psicología de la Música, se afirma que la música nos ayuda en nuestro desarrollo psíquico y emocional, proporcionándonos el equilibrio necesario para alcanzar un nivel adecuado de bienestar y felicidad.
- Facilitación del aprendizaje y la memoria
La música puede mejorar nuestras habilidades cognitivas, especialmente en lo que respecta al aprendizaje y la memoria. Se ha comprobado que la asociación de la música con la información que estamos tratando de aprender puede ayudarnos a recordarla con mayor facilidad. En el libro “Los beneficios de la música” de Correa (2010) se señalan los beneficios de emplear la música tanto en el campo de la educación como en el mal de Alzhéimer y en otras afecciones que cursan con alteraciones cognitivas y dolor, ya que se ha visto que la música contribuye a aumentar el umbral de la sensación de dolor así como a la mejora de la memoria, entre otros beneficios. Asimismo, Rocío Fernández-Ballesteros, psicóloga reconocida por su trabajo en el campo de la Psicología de la Música y el envejecimiento, ha investigado cómo la música puede mejorar la calidad de vida y el bienestar emocional en la población de edad avanzada, llegando a conclusiones prometedoras en esta línea. Por último, de acuerdo con un estudio realizado por Jäncke (2008), la práctica musical regular puede tener efectos positivos en la plasticidad cerebral, mejorando la capacidad de aprendizaje y memoria, junto con la toma de decisiones.
- Fomento de la expresión emocional y la empatía
La música también puede servir como un medio para regular y expresar de manera saludable nuestras emociones. Además, escuchar música que refleja nuestras propias experiencias emocionales puede ayudarnos a sentirnos comprendidos y validados, fomentando así la empatía, la conexión con los demás y la mejora de las relaciones interpersonales, lo que revierte en el incremento de conductas prosociales y una mayor y mejor socialización con los demás. Según un estudio llevado a cabo por Egermann y colaboradores (2013), la música puede desencadenar respuestas emocionales intensas en los oyentes, lo que les permite conectar con las experiencias emocionales de los demás y fomentar un sentido de empatía y comprensión mutua.
En síntesis, la música no solo es una forma de entretenimiento, sino también una magnífica herramienta con numerosos beneficios para mejorar nuestra salud mental y bienestar emocional.
La música nos sana y nos une, así que la próxima vez que necesites reponerte emocionalmente, pon tu canción favorita y deja que la música haga su magia.
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