Es posible sentirse solo aún estando rodeados de personas, ya que la soledad emocional no siempre coincide con la soledad física. Sin embargo, la soledad cuando uno está en una relación romántica suele ser señal de que existe un problema de base que es necesario solucionar. Este es el caso de la “distancia acompañada”, esto es, de la pérdida de conexión que se produce entre dos personas que antes se amaban pero que se han ido distanciando paulatinamente.

La soledad acompañada (sentirse solo en pareja) suele experimentarse como un sentimiento de desconexión y distancia, que indica una falta de sintonía emocional. Suele ser una sensación extraña que genera cierta perplejidad y dolor, ya que aunque tengamos a nuestro lado a la persona que amamos no la sentimos cerca emocionalmente hablando.

Esta situación tienen un impacto negativo en nuestro bienestar tanto personal como en la pareja, y en nuestra autoestima. Y la consecuencia a largo plazo de que no se acorten las distancias suele ser la ruptura de la relación.

La sensación de soledad en la pareja se produce cuando las personas se distancian, ya sea porque llevan estilos de vida diferentes o porque sus intereses han cambiado, lo que abre una brecha emocional que conduce a esa sensación de distancia psicológica.

Generalmente, no ocurre de la noche a la mañana, sino que suele ser una situación que se va gestando a lo largo del tiempo. Puede producirse, por ejemplo, en las siguientes situaciones:

  • Cuando existe falta de interés por el otro y se deja de dar importancia a los detalles y las costumbres compartidas
  • Cuando uno no se esfuerza por comprender al otro
  • Cuando se deja de prestar atención al otro dejándose llevar por la rutina y la monotonía
  • Cuando existe resentimiento y/o intolerancia…

Todo ello hace que no se fomenten los espacios para seguir descubriéndose y explorar a esa nueva persona en la que se va convirtiendo nuestro compañero de vida con el paso de los años.

Además, genera una sensación de insatisfacción (nuestra pareja no puede darnos lo que deseamos en este momento) e inseguridad (temor a perder a la pareja) que nos distancia y puede convertir a una pareja en dos extraños viviendo bajo el mismo techo.

Sentirse solo y triste en pareja es muy probable cuando se entra en la rutina, en especial durante las épocas en las que nos dejamos llevar por el trabajo, las responsabilidades y los compromisos sociales, es decir, cuando vivimos en piloto automático, lo que hace que el espacio para el afecto y poder reencontrarse se restrinja cada vez más. La rutina erosiona el cariño, el amor y la intimidad, generando esa sensación de soledad, aislamiento y desconexión con el otro.

En otras ocasiones esa sensación de soledad nace de la insatisfacción vital de uno de los miembros de la pareja. En este caso, el problema no siempre tiene su origen en la forma en la que se lleva la relación, sino en los cambios experimentados por uno de los componentes de la pareja, que ya no es el mismo de antes.

Algunas recomendaciones para evitar sentirte solo en pareja:

La sensación de soledad en pareja genera muchas veces un corte en la comunicación, pensando (erróneamente) que poco se tiene que hablar ya. Por ello, el primer objetivo a trabajar en terapia es restaurar la comunicación y evitar que cada miembro de la pareja se encierre en si mismo.

También es importante evitar la culpa (tanto con uno mismo como devuelta al otro), los reproches y las acusaciones cruzadas, apostando por un diálogo sincero en el que ambos puedan expresar lo que sienten y lo que esperan de la relación ahora y en el futuro. Debemos decir lo que queremos y escuchar la versión de la pareja, validando sus emociones y sentimientos.

Se deben identificar las causas de esa soledad acompañada para trabajar en ellas y recuperar el vínculo perdido.

El objetivo último y primordial es que ambos se sientan cómodos y felices en la relación. Es posible que tengamos que negociar, hacer concesiones y aplicar cambios en el estilo de vida.

Y si se llega a la conclusión de que el amor ha desaparecido, hay que dejarlo claro, puesto que los engaños (y autoengaños) solo sirven para prorrogar el dolor y el sufrimiento. Es decir, cuando la relación no se puede recuperar, es mejor ponerle punto final que vivir en la indiferencia y la inercia.

En Psicólogos Coruña Ana García Rey te ayudaremos a solucionar el sentimiento de soledad e inseguridad en la pareja, a comunicarte mejor con tu compañero de vida y a fortalecer así vuestro vínculo, proporcionándote apoyo de calidad y técnicas eficaces para lograrlo.

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