Tener conflictos y problemas con las personas con las que convivimos a diario es algo frecuente, por lo que es vital aprender a resolverlos, ya que pueden desencadenar mucho malestar y serias discusiones familiares si no se manejan correctamente.
Existen muchos tipos de conflictos familiares: entre padres e hijos, con los hermanos, problemas en el matrimonio… los cuales se pueden fundamentar en lo siguiente:
- La confianza, es decir, pensamos que estarán ahí pase lo que pase y eso nos da, en muchas ocasiones, “permiso” para no comportarnos de la mejor forma.
- Al ser familia, permitimos ciertos comportamientos que no permitimos a otras personas y nos cuesta más poner límites, hasta que ya se ha enredado demasiado el problema.
Algunos conflictos familiares más habituales:
- Problemas en la pareja
Estas dificultades pueden presentarse en todas las etapas de una relación, especialmente después de la fase de enamoramiento y en la convivencia, donde se empieza a pasar más tiempo en pareja y se ven los “defectos” de la otra persona.
Cómo solucionarlo: se debe cuidar la dinámica en pareja para evitar la rutina y el desgaste, pasar tiempo juntos de calidad, fomentar la comunicación y el diálogo, y disponer de tiempo individual donde se fomente la independencia de cada uno de los miembros de la pareja (tiempo para hobbies, amistades, familia…).
- Conflictos entre hermanos
En ocasiones, es frecuente que los hermanos se peleen por celos, envidia o, simplemente, diferencias personales.
Cómo solucionarlo: es recomendable fomentar el diálogo y la comunicación asertiva entre los hermanos. También es importante educar a los hijos en condiciones similares y fomentar la tolerancia y el respeto entre ellos desde pequeños. Se debe promover un ambiente en el que ambos puedan expresarse sin miedo, pero cuidando el lenguaje.
- Problemas de salud
Estas problemáticas en familia suelen ser las más complicadas de manejar emocionalmente. Tener una persona en la familia con problemas de salud a la que debemos cuidar suele implicar una fuerte demanda de atención, tiempo, dedicación y compromiso, y esto impacta fuertemente en nuestro estado de ánimo, pudiendo derivar en situaciones de desgaste muy estresantes, sentimientos de tristeza y preocupación constantes.
Cómo solucionarlo: debemos fomentar el descanso y el autocuidado de las personas cuidadoras y aprender a delegar el cuidado de la persona dependiente por momentos en otras personas y/o instituciones (centros de día, por ejemplo). Concienciar a todos los miembros de la familia de que el cuidado es responsabilidad de todos, en la medida de lo posible. Asimismo, es importante centrar la atención en otros aspectos más positivos del día a día, no solo en las obligaciones familiares. Y recordar que es muy complicado ayudar y cuidar a alguien si estamos mal a nivel psicológico.
- Violencia filio-parental
Las situaciones de conductas reiteradas de violencia y agresividad física y/o psicológica de los hijos a los progenitores (violencia filio-parental) están aumentando mucho últimamente.
Cómo solucionarlo: podemos reconocer los sentimientos del hijo sin juzgarle y ayudarle a entenderlos, responder en lugar de reaccionar, intentar mantener la calma, tomarse un tiempo y espacio si es necesario para no reaccionar con agresividad y dar espacio, ya que una vez pase la ira será más factible lidiar con el conflicto.
- Dificultades económicas
No llegar a fin de mes, tener que abandonar los estudios prematuramente y en contra de nuestra voluntad para ponerse a trabajar y ayudar económicamente a sostener el hogar familiar, problemas económicos debido a alguna adicción de un miembro de la familia… son sólo algunos de los ejemplos que podrían citarse.
Algunas recomendaciones para solucionar problemas familiares:
- Gestiona tus emociones: los conflictos familiares suelen generar ansiedad y malestar que puede interferir en el día a día. Trata de aprender a regular tus emociones mediante la aplicación de estrategias de gestión emocional, ya que ello te facilitará resolver estos conflictos de forma eficaz.
- Empatiza y escucha: para resolver un problema de cualquier tipo se debe entender lo que le está pasando al otro miembro de la familia, por ello, se debe practicar una escucha atenta y activa.
- Da afecto: intenta transmitir a los familiares cariño y afecto, ya que hará que todo sea mucho más sencillo de resolver.
- Comunícate: la comunicación asertiva se basa en hablar abiertamente sobre cómo nos sentimos sin herir las emociones de los demás, lo que es fundamental para solventar los Se deben evitar los estilos de comunicación agresivos, sumisos o pasivo-agresivos.
- Participa: involúcrate en la negociación y en la solución de problemas para facilitar que todo se solucione de forma satisfactoria para todos.
- Acude a terapia individual y/o familiar para obtener las herramientas inter e intrapersonales necesarias para arreglar los problemas derivados del día a día.
- Recuerda que tu familia puede ser un apoyo muy importante en tu vida, por lo que conviene trabajar hacia conseguir el bienestar integral en familia.
Si en tu familia se están produciendo conflictos o problemas frecuentes, en Psicólogos Coruña Ana García Rey te enseñaremos cómo gestionarlos, proporcionándote técnicas eficaces para mejorar tus habilidades personales y sociales, gestionar la ira y las diversas emociones que puedan surgir.
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