Retener nueva información implica tener que concentrarse y sostener la atención durante largos periodos de tiempo para estudiar datos, a veces, poco interesantes o tediosos. En ocasiones, la más mínima distracción es suficiente para distraernos y hacer peligrar la sesión de estudio.
Errores frecuentes a la hora de concentrarse y cómo evitarlos:
- Prepara un lugar adecuado: ten una mesa grande o un escritorio ordenado, con tan sólo lo necesario para trabajar, y preferiblemente con luz solar, pero no justo enfrente a la ventana (para evitar distraerse mirando lo que sucede afuera). Y es importante también que la silla sea cómoda, con respaldo elevado y apoya brazos.
- Busca un lugar tranquilo: evita los lugares concurridos o ruidosos. Demasiada gente alrededor o un ambiente ruidoso no ayuda a concentrarse en el estudio. Los tapones para los oídos pueden ayudarte a evitar las distracciones del ruido en casa, aunque también puede ser útil irse a una biblioteca.
- Elimina los distractores: me refiero a los teléfonos móviles, ordenadores y tabletas (siempre y cuando no sean necesarios durante las horas de estudio). Puedes quitar los datos del móvil, apagar la conexión a internet del ordenador, o ponerlos en silencio o modo avión. Si es posible, déjalos fuera de tu habitación de estudio.
- Fija horarios de estudio y de descanso: no es adecuado proponerse estudiar todo el día, ya que no vas a ser capaz de concentrarte. Es mejor ponerse horarios en los que se incluyan pequeños y frecuentes Durante esas pausas es importante dejar de darle vueltas a los estudios y hacer cosas que relajen y motiven (por ejemplo, dar un paseo en la naturaleza, tomar algo con un amigo, ver una serie o escuchar música).
- Practica mindfulness: para ser capaz de centrarte en el presente, disfrutar de los momentos libres de estudio y no engancharte en pensamientos negativos es recomendable entrenarse en tomar consciencia y prestar atención al momento presente, lo que se consigue meditando.
- Establece metas realistas y planifica objetivos: es recomendable ponerse pequeños objetivos e introducirlos en un horario por escrito (planificado de forma flexible). Así, conforme vayas consiguiendo esos objetivos tu motivación aumentará. Recuerda que las metas deben ser realistas y hay que tener en cuenta también los descansos y posibles imprevistos y obstáculos.
- Presta atención a la alimentación: la alimentación y la hidratación desempeñan un papel importante en la concentración, por ello, es mejor beber regularmente agua y evitar los alimentos procesados e intentar priorizar frutas, verduras y proteínas de calidad (entre otros alimentos). Asimismo, conviene evitar grandes cantidades de comida (hidratos sobre todo) justo antes de sentarse a estudiar, ya que suelen dar sensación de pesadez y/o
- Practica actividad física: cuando tenemos exámenes tendemos a dejar de hacer ejercicio y dejamos de lado nuestras rutinas saludables, porque nos sentimos agobiados y con escasez de tiempo. Pero lo cierto es que la práctica de ejercicio físico aumenta la plasticidad neuronal y facilita los nuevos aprendizajes. Además, hacer deporte tiene muchos beneficios a la hora de regular estados emocionales como la ansiedad y el estrés.
- Duerme bien: es esencial conseguir un sueño reparador y de calidad, sino el sueño se va acumulando, aumenta la desmotivación y el cansancio, y la concentración disminuye. Durante el sueño el cerebro consolida muchas de las memorias del día, entre ellas, aquello que hemos estudiado.
- Mantén bajo control la ansiedad: la ansiedad y el pesimismo dificultan la concentración. Por ello, ten una actitud positiva y practica técnicas de relajación y de resolución de problemas.
- Aumenta la motivación: puede ayudarte ir a la biblioteca con un amigo que también tenga que estudiar o crear tu propio programa de recompensas, en el que te premies cada vez que consigas un objetivo de estudio.
Algunas recomendaciones para estudiar:
- Recuerda que tu cerebro requiere un entrenamiento constante a lo largo del tiempo. La clave es generar hábito y tener paciencia y perseverancia, con lo que podrás conseguir grandes resultados.
- La mejor opción siempre será aquella que puedas mantener en el tiempo y con constancia. La disciplina en los estudios es algo que se va ganando. Es posible que el primer día, si no tienes hábito, aguantes estudiando tan sólo 30 minutos (lo que es mejor que nada), pero poco a poco se irá integrando en tu rutina y podrás ir aumentando el tiempo progresivamente.
- Intenta no exigirte demasiado, sobre todo al principio. Y tampoco machacarte ni culpabilizarte en exceso cuando no consigues lo que te habías propuesto.
- Para retener la información es importante trabajarla. Leer en primer lugar la información, después subrayar, resumir, hacer esquemas o preguntas importantes para responder, explicar el tema en voz alta, grabarte o explicarle el tema a otra persona… pueden ayudarte a memorizar más fácilmente y a integrar la información.
- Básate en los conceptos clave y las relaciones entre ellos. Cuanto más visual, mejor.
- El uso de reglas mnemotécnicas puede ayudar también a memorizar más rápidamente.
- Además, también puede ayudar acudir a las emociones, es decir, intentar relacionar la información que estudias con tus propias vivencias.
- Se compasivo contigo mismo. Si eres una persona que tiende a rumiar y a darle vueltas a pensamientos negativos que producen ansiedad y que dificultan el poder concentrarse, te animo a trabajar tu autoexigencia.
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