Las personas que sufren de tricotilomanía tienen la compulsión de arrancarse el cabello de la cabeza o el pelo del cuerpo (pestañas, cejas…) para tratar de calmar sentimientos negativos o emociones desagradables, como la ansiedad, el estrés o la tristeza. Esto se realiza de manera compulsiva y, en algunos casos, sin ser consciente de que lo se está haciendo.

Características de la tricotilomanía (compulsión de arrancarse el pelo):

  • Notable pérdida del cabello o del vello de una zona del cuerpo
  • Aumento de la sensación de tensión antes de arrancarse el cabello o cuando se intenta resistir el comportamiento
  • Sensación de alivio al arrancarse el pelo o vello.

Las personas que padecen tricotilomanía presentan una falta perceptible del cabello o del vello corporal, la cual suelen esforzarse mucho para ocultar, por vergüenza. En los casos más graves, la tricotilomanía puede llevar a sufrir calvicie en zonas extensas de la cabeza, heridas causadas por la propia acción de arrancarse el pelo, infecciones o trastornos gastrointestinales (en los casos en los que el cabello arrancado se ingiere), malestar relacionado con la apariencia, problemas de autoestima, estrés cuando se es objeto de rechazo o burla, dificultad e inseguridad a la hora de establecer relaciones sociales, etc.

Este problema de conducta suele aparecer en la edad infantil, y puede prolongarse hasta la adultez.

Acudir a un psicólogo y/o psiquiatra es indispensable para tratar este problema de conducta. En cuanto a la intervención psicológica más eficaz, la terapia cognitivo-conductual ha demostrado su utilidad para reducir e incluso eliminar este hábito.

Uno de los objetivos terapéuticos principales es manejar la ansiedad, el estrés y la sintomatología depresiva que suele estar en el origen de este comportamiento.

Además de la terapia psicológica, en el tratamiento de la tricotilomanía pueden recetarse antidepresivos (por ejemplo, clomipramina), pero no siempre consiguen ni mantienen los resultados deseados.

Algunas recomendaciones para superar la tricotilomanía:

  • Practica técnicas de relajación: te ayudarán a rebajar la ansiedad y el estrés asociado a la tricotilomanía.
  • Presta atención consciente: es indispensable ser más consciente del aquí y el ahora para poder controlar esta compulsión. El objetivo es ver cuándo ocurre esta conducta y el por qué, para evitar esas situaciones o reemplazar el hábito. También es aconsejable realizar un seguimiento por escrito de todo esto.
  • Reemplaza el hábito: intenta reemplazar el hábito de tocarte el pelo, arrancarte las pestañas o el vello de otras partes del cuerpo, por otro que sea más saludable (por ejemplo, si dispones de una pelota antiestrés podrías tenerla siempre a mano y cuando experimentes sensaciones desagradables, recurrir a ella).

Si quieres aprender cómo eliminar el hábito de arrancarte el pelo y reducir la potencial interferencia de este problema en tu vida social y emocional, en Psicólogos Coruña Ana García Rey te enseñaremos las diversas técnicas que existen, proporcionándote apoyo de calidad en todo momento. Con ello, lograrás de manera casi inmediata un alivio importante de la ansiedad y la compulsión.

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