En los últimos años, los medios de comunicación se han encargado de hablarnos mucho de la meditación, en concreto del mindfulness, y de afirmar sus numerosos beneficios, tanto a nivel psicológico como físico.
La meditación es una práctica muy antigua que permite ejercer cierto dominio sobre la mente y alcanzar un estado de consciencia o atención plena.
Esta técnica es un entrenamiento para el cerebro y su objetivo principal es aprender a enfocarse en un determinado objeto de atención para no dejarse llevar por los pensamientos que pasan por nuestra cabeza y por nuestras emociones.
La meditación es una excelente práctica de autocuidado, la cual ayuda a que, dedicándote tan solo unos minutos al día, puedas sentirte con más energía, conocerte mejor y estar más presente en cada momento.
Estos son algunos beneficios de la práctica de meditación regular:
- Favorece el autoconocimiento
Meditar de forma regular ayuda al autocuidado y a desarrollar un mejor autoconocimiento. Asimismo, al reforzar la seguridad y la confianza en uno mismo, el autodescubrimiento y el aprender a disfrutar de la propia compañía, la meditación reduce la sensación de soledad y trae sensación de bienestar.
- Mejora el sueño
Meditar antes de irse a la cama ayuda a conciliar mejor el sueño y a tener un sueño más profundo y reparador. Al relajar el cuerpo y los músculos, la meditación induce un estado de calma, lo que hace que sea más probable tener un sueño de calidad.
- Reduce la ansiedad
Gracias a la meditación se puede lidiar con la ansiedad y reaccionar de forma distinta a los estímulos que nos generan dicha emoción. También se puede llegar a tener un mejor conocimiento de lo que desencadena la ansiedad y aprender a gestionarla mejor con una práctica de regular. Esto se debe a que meditar a diario, por lo menos durante ocho semanas, reduce el tamaño de una estructura cerebral, la amígdala, responsable de hacernos más vulnerables a la ansiedad.
- Disminuye el estrés
Numerosos estudios demuestran que la práctica regular de meditación disminuye el estrés y, por lo tanto, mejora la calidad de vida. Con una práctica regular y diaria, se producen en relativamente poco tiempo (semanas) cambios en determinadas áreas cerebrales que ayudan a gestionar mejor el estrés.
- Mejora la gestión emocional y el bienestar general
Con tiempo y constancia, la meditación puede mejorar la confianza en uno mismo y ayuda a tener una visión más positiva de la vida.
- Reduce los síntomas depresivos
Existe una terapia psicológica en la que se ha demostrado la utilidad del mindfulness para espaciar y manejar las recaídas de los episodios depresivos.
- Potencia la concentración y la atención
Al meditar de manera regular, naturalmente se aumenta la concentración y el período de focalización o atención. Practicando, uno aprende a concentrarse en un solo objeto de atención, por ejemplo, la respiración, y a “redireccionar” los pensamientos que puedan distraernos del foco de atención elegido.
- Mejora la memoria
Muchas personas meditadoras regulares han informado de mejora en la capacidad de memoria y también se ha visto que ayuda a prevenir pérdidas de memoria y olvidos.
- Reduce el dolor
Existen estudios que demuestran que la meditación aumenta el umbral del dolor y disminuye la percepción de dolor en el cerebro. Este beneficio nada desdeñable para las personas con dolor crónico, a largo plazo se traduce en una mejora en la calidad de vida.
Como puedes comprobar, la práctica regular de meditación mindfulness conlleva aparejados numerosos beneficios y aprender dicha técnica es muy sencillo.
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