El miedo a hablar en público o «pánico escénico» es un temor bastante frecuente, ya que a la mayor parte de las personas les genera incomodidad el ser juzgadas (negativamente) y evaluadas.
Uno de los objetivos principales a abordar en terapia a la hora de superar el miedo a hablar en público es aprender a enfrentarse a la opinión que tienen los demás sobre nosotros y combatir el temor a ser juzgados y a la imagen que proyectamos a los demás. Otro objetivo importante consiste en el aprendizaje de ciertas técnicas de oratoria (trabajar lo que se dice y cómo, las palabras empleadas, los argumentos, etc.).
Factores detrás del miedo a hablar en público:
- El miedo a hablar en público surge en mayor medida en personas que experimentan una mayor ansiedad en diferentes situaciones, es decir, en personas que tienen una mayor predisposición a padecer ansiedad.
- También se relaciona con los pensamientos y las creencias que las personas tienen sobre si mismas y su rendimiento, ya que pueden hacer que éstas no hablen bien en público.
- Este miedo surge también por la sobreestimación de la situación a la que tienen que enfrentarse (se magnifica el malestar, la dificultad, ciertas características del auditorio, etc.).
- Por último, otro factor implicado en este miedo a hablar en público es que las personas que lo padecen no confían en sus propias habilidades ante los demás y se sienten inferiores, producto numerosas veces de una autoestima inestable o de inseguridades personales.
Recomendaciones para comenzar a superar el miedo a hablar en público
- Rebaja el perfeccionismo y la autoexigencia:
A veces, nos imaginamos la situación perfecta cuando vamos a hablar en público. Pero esto es una falacia, puesto que no podemos controlar muchas cosas a nuestro alrededor y la perfección no existe. El perfeccionismo y la autoexigencia limitan y generan impotencia y frustración. Para contrarrestarlo, trata de buscar la naturalidad, acepta que todos tenemos defectos y limitaciones, y muéstrate tal como eres.
- Enfrenta tus temores:
Informarse sobre el miedo a hablar en público, conocer cómo se origina y se mantiene la ansiedad, prepararse el tema de una charla concienzudamente… ayudan y son pasos previos necesarios, pero el miedo se supera afrontando situaciones de exposición que impliquen hablar ante un público. Lo recomendable es hacerlo de forma gradual, intentando, por ejemplo, dar una opinión personal delante de un grupo de personas. Si decides hacerlo, recuerda: nadie te está juzgando y si lo hace, ¿qué más da? Lo importante es desarrollar y mantener tu autovalía y autoestima a través de tu propia opinión y criterio, no ante el de los demás.
- Atención a la postura corporal:
La postura corporal, es decir, el lenguaje no verbal, es tan importante como lo que transmitimos verbalmente. El contacto ocular también es primordial, ya que fijarse en los ojos de los demás hace que tu mensaje sea mucho más personal, las personas se sientan importantes y lleva a que deseen escucharte con más atención.
- Visualizarse:
Para prepararse antes de una exposición o una situación donde debas hablar en público conviene visualizar (en casa, de forma relajada, delante del espejo ensayando el discurso) determinadas partes, por ejemplo, cómo presentarse en público.
- Ayúdate con los mensajes que te dices a ti mismo:
Pensar demasiado sobre una situación es contraproducente. Alimentar pensamiento negativos sobre el “reto” de hablar en público sólo hará que sientas más ansiedad ante esta situación. Por tanto, réstale importancia a hablar delante de la gente. Olvida tus expectativas irreales y céntrate en tu exposición ante el público, en lo que tienes que hacer.
- Tu valor como persona no depende de tu desempeño:
Las personas con baja autoestima tienden a darle demasiada importancia a hablar bien en público. Tienen la creencia de que su desempeño ante esta situación les da más valor. Por ello, es vital aprender que nuestro valor como persona no depende de lo bien o mal que se nos de hablar en público y que esta conducta es una habilidad que puede aprenderse a través de la oratoria y la práctica constante.
- Olvida los guiones:
A veces, para intentar hablar correctamente delante de otros, nos preparamos un guión con el que queremos seguir todo el discurso. Aunque esta es una forma de aportar seguridad (sobre todo inicialmente), así no se llega realmente a aprender a hablar de manera segura y fluida delante de un público. Esto es, aunque al principio pueden llegar a ser útiles, poco a poco conviene ir dejando los guiones y soltarse para interactuar de forma más natural con el auditorio.
- Sentido del humor:
Si sientes que la ansiedad se apodera de ti, que no te puedes expresar bien o te quedas en blanco cuando estás en estas situaciones, emplea el sentido del humor. Sacarle el lado divertido a las cosas hará, por un lado, que te sientas mejor contigo mismo y, por otro, relajará a tu público y creará más conexión.
- Emplea la (auto)rrevelación:
El objetivo de esta técnica para hablar en público es crear un “enganche” a tu discurso, ya que a través de historias reales las personas se quedarán absorbidas por el relato.
Recuerda que hagas lo que hagas la gente te va a juzgar, pero la cuestión más importante radica en el juicio que uno se hace y no tanto en el que hagan los demás; en estar satisfecho con lo que uno hace, independientemente de lo que puedan pensar los demás.
Espero que estas recomendaciones te hayan sido de utilidad.
No obstante, la mejor forma de superar el miedo a hablar en público es acudiendo a un profesional de la salud mental.
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