La sociedad nos presiona para ser cada vez más perfectxs en todo lo que hacemos (una muestra la tenemos en el dicho: “el éxito sólo se alcanza buscando la perfección”). Pero lo cierto es que la perfección implica muchos más inconvenientes que ventajas para nuestra salud mental. El deseo de ser perfectx puede causar la sensación de no estar a la altura o de no lograr lo que otros sí consiguen.

El perfeccionismo consiste en ponerse metas elevadas o estándares autoimpuestos muy altos de desempeño de tareas, que requieren de un alto grado de autoexigencia para lograrlas. Este rasgo de la personalidad va acompañado de una excesiva autocrítica y de preocupación por cometer errores o no alcanzar esos estándares.

Sin embargo, el perfeccionismo no tiene por qué ser siempre negativo.

Así, el perfeccionismo sano es el que promueve el esfuerzo y el trabajo bien hecho, conlleva organización y eficiencia en la tarea, potencia la perseverancia y la responsabilidad. Cuando es sano, genera satisfacción y tranquilidad.

En otros casos, el perfeccionismo es patológico, en lo casos en que existe una alta necesidad de aprobación y miedo al rechazo. Y cuando, además, se acompaña de una actitud autocrítica muy negativa, se califican los errores como fracasos y la valoración no se realiza en función de los éxitos, sino de los fracasos. Aparece insatisfacción e inseguridad, e incluso temor y resistencia a no querer tomar desafíos nuevos.

Como todo, llevado al extremo puede causar diversos problemas (ansiedad, irritabilidad, frustración, síntomas depresivos, obsesiones y compulsiones, baja autoestima…).

Por todo ello, se debe estar alerta a la manifestación patológico o insana del perfeccionismo en la adolescencia, momento en que puede influir negativamente en muchos ámbitos:

  • Académico: cuando se estudia de forma obsesiva, muchas horas, en detrimento de cuidar otras esferas de la vida.
  • Social: cuando existe un alto afán de cumplir expectativas, de agradar y tener la aprobación de los demás, junto con un alto temor a ser juzgadx.
  • Físico: cuando existe mucha preocupación y obsesión por tener un cuerpo que cumpla los cánones actuales de delgadez.
  • Deportivo: cuando se dedica mucho tiempo al deporte, con un alto sentido de la competitividad y poca tolerancia a la frustración si no se gana.
  • Familiar: cuando lo más importante es cumplir con las expectativas de los padres.

Para algunxs adolescentes, el perfeccionismo excesivo puede convertirse en un verdadero problema, ya que termina por asociarse a sentimientos depresivos y ansiosos.

Algunas recomendaciones dirigidas a las familias de adolescentes para gestionar el perfeccionismo insano:

1.- Fomentar entornos de autoaceptación:

  • Ayudar a lxs adolesentes a comprender que las personas se aceptan por lo que son, por encima de si han alcanzado o no ciertas metas.
  • Evitar presionarlos para que sean perfectxs y lleguen a la excelencia.
  • Reconocer sus éxitos (tanto los grandes como los más pequeños) y su empeño y esfuerzo.

2.- Valorar y recalcar otros elementos:

  • El valor de la persona no depende de alcanzar o no sus metas.
  • Valorarse por lo que es la persona (su forma de ser, sus valores, sus ideales, sus cualidades humanas…) y no por los logros conseguidos.
  • Cuando se reducen los estándares perfeccionistas, se obtiene un rendimiento igual al actual o incluso mejor. Permitirse tomar descansos es saludable. No todo es trabajar y rendir.
  • El camino que se hace hacia la consecución de las metas es satisfactorio en sí mismo. Aprender a disfrutar del camino, sin depender del resultado final.
  • Los errores son frecuentes y naturales, y ayudan a crecer.
  • Aceptar la realidad de que el ser humano es imperfecto, ya que ello nos ayuda a tolerar todo tipo de situaciones y evita la autocrítica patológica.

 

Espero que estos consejos te hayan ayudado.

Si crees que tu hijo/a es demasiado perfeccionista, es recomendable que acudáis a un profesional de la salud mental.

En Psicólogos Coruña Ana García Rey os ayudaremos a rebajar el nivel de ansiedad y perfeccionismo, a través de herramientas eficaces para conseguirlo.

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