Llega el mes de septiembre y, con él, el fin de las vacaciones, la vuelta al cole y a la rutina… y nos proponemos, al igual que hacemos cada día 1 de enero, el conseguir unos determinados objetivos. Algunas de estas metas pueden tener que ver con querer cuidarse un poco más, como alimentarse de forma saludable, practicar más ejercicio físico, reducir o dejar el tabaco, ver menos tiempo la tele o dedicar menos horas al día a las redes sociales, aprender una nueva habilidad (tocar un instrumento, hablar un nuevo idioma, etc.).

Así, podríamos renombrar el mes de septiembre como el mes de los objetivos. Pero, ¿cómo y qué podemos hacer para incrementar la probabilidad de conseguirlos?

No existen fórmulas mágicas, tan sólo perseverar y seguir unos sencillos pasos:

1.- Escoge un objetivo o una meta que desees alcanzar. Pero que sea realista y alcanzable a corto plazo.

2.- Delimita la meta que quieras alcanzar. Cuanto más concreto seas y más la detalles, mejor. Por ejemplo, en lugar de decir “tengo que hacer más ejercicio físico”, es mejor afirmar “me gustaría caminar una hora al salir del trabajo los lunes, miércoles y viernes por el paseo que tengo al lado de casa”. Asimismo, en vez de decir “tenqo que estar menos pendiente de las redes sociales”, prueba a decir “me gustaría emplear sólo media hora al día para ver Instagram y Facebook, por lo que lo haré en mi tiempo libre del mediodía, y apagaré el móvil todas las noches a las 22h”. Fíjate también en la forma de decirlo: en lugar de emplear un verbo que implica obligación o autoexigencia como es el “tengo que”, mejor usa “me gustaría”.

3.- Convierte tu objetivo en un hábito, mediante su repetición cada día. Para ello, divide cada meta en pequeños pasos y repite con cierta frecuencia cada paso. Recuerda que cuanto más practiques y más tiempo y recursos le dediques, más hábil serás y más probabilidades tendrás de conseguirlo y de que permanezca en el tiempo, al haberse convertido en un hábito.

4.- Trabaja en un sólo objetivo a la vez y no empieces otro hasta haber conseguido el que estás trabajando. Ten en cuenta que la fuerza de voluntad es un recurso limitado. A la hora de escoger qué objetivo quieres lograr, puedes centrarte en la meta más prioritaria, aquella que desees conseguir primero, la más fácil o la que sea más factible o viable.

 

No existen secretos, la clave está en perseverar y no rendirse ante los obstáculos. Aprende de ellos y ten presente que, aunque no todos los días sean perfectos, si eres constante lo conseguirás.

 

Si necesitas ayuda profesional para que te ayude a establecer objetivos y lograrlos de forma eficaz dejando a un lado los pensamientos y conductas que te impiden lograrlos, no dudes en contactarme.