La depresión es una de las consultas más frecuentes en psicología, pero también una de las más incomprendidas. A menudo se asocia únicamente con “estar triste” o “tener un mal día”, cuando en realidad se trata de un trastorno complejo que afecta a varios niveles: emocional, físico, cognitivo y social. Reconocer sus señales es clave para poder pedir ayuda a tiempo.
Todos atravesamos momentos difíciles. Es completamente normal sentir tristeza, cansancio o desánimo en ciertas épocas. Sin embargo, cuando este estado se mantiene durante semanas, interfiere en la rutina diaria y genera un malestar profundo, es importante prestarle atención. La depresión no siempre se manifiesta como uno imagina. A veces no hay lágrimas, sino apatía. A veces no hay tristeza evidente, sino vacío, irritabilidad o desconexión emocional.
¿Qué señales pueden indicar una depresión?
No todas las personas experimentan la depresión de la misma manera, pero existen síntomas comunes que pueden servir como señales de alerta.
1. Estado de ánimo bajo de forma persistente
La tristeza profunda es uno de los síntomas más conocidos, pero también puede experimentarse como vacío emocional, desgana o una sensación general de malestar. Este estado se mantiene la mayor parte del día, casi todos los días, durante al menos dos semanas.
2. Pérdida de interés o placer por las actividades
Lo que antes resultaba placentero o motivador deja de serlo. Ya no apetece salir, ver a amistades, practicar aficiones o disfrutar de actividades cotidianas. Esta pérdida de interés se conoce como anhedonia y es una de las características más representativas de la depresión.
3. Fatiga constante o falta de energía
Es frecuente sentirse agotado sin motivo aparente, incluso tras haber descansado. Las tareas más sencillas pueden parecer abrumadoras, como si todo requiriera un esfuerzo excesivo.
4. Alteraciones del sueño
El sueño puede verse afectado de distintas formas. Algunas personas tienen dificultad para dormir o se despiertan con frecuencia. Otras duermen muchas horas pero siguen sintiéndose cansadas. Tanto el insomnio como la hipersomnia pueden ser señales de depresión.
5. Cambios en el apetito o en el peso
La depresión puede provocar una disminución notable del apetito o, por el contrario, un aumento impulsivo de la ingesta. En ambos casos, estos cambios suelen ir acompañados de variaciones en el peso corporal y sensaciones de descontrol.
6. Dificultad para concentrarse o tomar decisiones
Es habitual sentir que la mente se vuelve lenta, que cuesta pensar con claridad, organizar ideas o mantener la atención. También puede haber dificultades para tomar decisiones, incluso las más simples.
7. Sentimientos de inutilidad o culpa excesiva
Muchas personas con depresión se sienten inadecuadas, inútiles o culpables por cosas que escapan a su control. Estos pensamientos no solo son recurrentes, sino que generan un gran sufrimiento.
8. Irritabilidad o agitación
Aunque no siempre se asocie con la depresión, la irritabilidad es una forma frecuente de expresión del malestar, especialmente en adolescentes y hombres adultos. También puede haber una sensación interna de inquietud o impaciencia constante.
9. Aislamiento social
Otra señal habitual es la tendencia a evitar el contacto con los demás. El aislamiento no siempre responde a una falta de interés, sino a la sensación de no tener energía o de no querer ser una carga para el entorno.
10. Pensamientos relacionados con la muerte o el suicidio
En los casos más graves, pueden aparecer pensamientos de que la vida no tiene sentido, deseos de desaparecer o ideas relacionadas con la muerte. Aunque no siempre impliquen una intención clara, estos pensamientos deben tomarse muy en serio y requieren atención profesional inmediata.
¿Cómo distinguir una depresión de una mala racha?
La diferencia principal entre una depresión y un momento de bajón emocional está en la intensidad, la duración y el impacto que tiene en la vida cotidiana. Una mala racha puede generar tristeza o cansancio, pero se mantienen ciertas áreas de funcionamiento y suelen aparecer momentos de alivio. En cambio, la depresión se prolonga en el tiempo, tiñe todos los aspectos de la vida y genera una sensación constante de malestar o vacío.
Muchas personas que sufren depresión intentan seguir con sus rutinas, pero sienten que lo hacen como si llevaran un peso invisible encima. Todo requiere un esfuerzo inmenso y cuesta encontrar sentido a las cosas.
¿Qué hacer si te sientes así?
Lo más importante es entender que no tienes por qué enfrentarlo solo o sola. La depresión no es una debilidad ni una cuestión de voluntad. No se resuelve simplemente “poniéndole ganas” o “pensando en positivo”. Es un problema de salud mental que necesita ser atendido con cuidado y acompañamiento profesional.
Buscar ayuda psicológica es un paso fundamental. Un profesional puede ayudarte a entender qué te está ocurriendo, ofrecerte herramientas para gestionar el malestar y acompañarte en el proceso de recuperación. Además, mantener una rutina básica, hablar con personas de confianza y practicar el autocuidado, por pequeño que sea, puede ser muy beneficioso.
Un mensaje final
La depresión tiene tratamiento. Aunque en ciertos momentos todo parezca oscuro o sin salida, hay formas de recuperar el bienestar. Reconocer las señales, hablar de lo que te pasa y permitirte recibir ayuda puede ser el primer paso hacia una vida con más calma y sentido.
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