De todos los trastornos psicológicos, la depresión es uno de los más frecuentes. Puede que hayamos padecido uno o más episodios depresivos a lo largo de nuestra vida o que conozcamos personas que han vivido esta circunstancia.

Pero a pesar de su alta prevalencia, no siempre se identifica correctamente un trastorno depresivo. A veces se confunde con tristeza ocasional o propia de un momento vital puntual. En cambio, en otras ocasiones, existe un episodio depresivo que pasa desapercibido para las personas que rodean a quien lo padece.

Claves para identificar la depresión:

La depresión no es sinónimo de tristeza, sino que es un trastorno que incluye otras manifestaciones y síntomas. Por lo tanto, es interesante conocer sus síntomas más habituales, aunque a menudo no están presentes todos ni en todos los casos hallamos los mismos. Además, el diagnóstico de episodio depresivo requiere una determinada duración, frecuencia e intensidad.

Estos síntomas se pueden clasificar en tres áreas distintas:

  1. Pensamientos o área cognitiva:
  • Pensamiento negativo sobre uno mismo, los demás o el mundo, y el futuro (la “tríada cognitiva”). En general, el pensamiento es pesimista, centrado en el pasado (del que se lamenta) y/o el futuro (que se percibe «negro»), y rígido e inflexible, sin considerar otras alternativas.
  • Ideas frecuentes de que uno mismo no es valioso y de autocondena.
  • Problemas de concentración y atención. Además, a menudo, hay dificultades en la memoria (que en personas muy mayores se pueden confundir con demencia).
  • Dificultades para tomar decisiones (especialmente, si esto no sucedía antes).
  • Pensamientos relacionados con la muerte, ya sea de manera pasiva (por ejemplo, «ojalá me tragara la tierra») o activa en forma de ideas suicidas.
  • En los casos más graves, pueden aparecer síntomas psicóticos como, por ejemplo, delirios de ruina o culpa (por cosas que no han pasado y/o no son responsabilidad de la persona afectada) o alucinaciones.
  1. Emociones o área corporal:
  • La emoción más habitual y que predomina es la tristeza. Pero, aunque es un síntoma muy importante, no aparece en el 100% de los casos. A veces, es sustituida por una sensación de vacío, aunque ésta suele acompañar a la tristeza.
  • Otra sensación muy característica es la desesperanza («no hay nada que hacer», «nada me puede ayudar», «todo es inútil»…).
  • En numerosas ocasiones, aparecen también otras emociones como ansiedad, culpa y rabia (estar más irritable).
  • Otra señal que suele ser evidente es la baja autoestima y los sentimientos de inutilidad.
  • Un fenómeno típico de la depresión es la anhedonia o incapacidad para disfrutar de las cosas que antes el individuo disfrutaba o le gustaban.
  • Suele experimentarse sensación de escasa energía, así como fatiga o cansancio. Y relacionado con estas sensaciones, hallamos la apatía o falta de ganas de hacer actividades.
  • A menudo las esferas alimentaria y sexual se ven afectadas. En cuanto a la alimentación, suele disminuir el hambre y haber pérdida de peso (aunque en algunos casos, sucede lo contrario). Respecto a la sexualidad, el deseo sexual se suele reducir.
  • Otra manifestación frecuente (causa y consecuencia) de la depresión es el insomnio. Aunque en algunos casos se puede presentar exceso de sueño o hipersomnia.
  • Puede haber también sensaciones somáticas de malestar, incluso dolor (a menudo, difuso, pero que se puede manifestar también como dolor de cabeza o de estómago).
  1. Conductas o área comportamental:
  • La persona afectada tiende a limitar y reducir la actividad diaria que realiza. En algunos casos, llega a permanecer en la cama todo el tiempo sin querer levantarse.
  • La dinámica depresiva puede interferir en una correcta higiene personal.
  • A menudo se reduce el contacto con otras personas del entorno, lo que puede derivar en situaciones de aislamiento social.
  • Aunque no tienen por qué producirse en todos los casos, son frecuentes las conductas de lloro.
  • La conducta y los movimientos del individuo pueden ser más lentos respecto a lo que es habitual, a pesar de que en algunos casos la ansiedad asociada puede provocar agitación.

Hasta aquí la descripción de los síntomas depresivos más importantes. Conviene recordar que el profesional de la salud mental debe distinguir si estos síntomas están asociados a un episodio depresivo y/o a otro problema psicológico o físico (ya que algunas enfermedades orgánicas pueden tener manifestaciones depresivas).

Si crees que puedes estar pasando por un episodio depresivo, te recomiendo que acudas a un profesional de la salud mental.

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